El asma ocupacional constituye una de las principales enfermedades respiratorias relacionadas con el entorno laboral. Aunque los desencadenantes más habituales son sustancias químicas e inhalantes biológicos como harinas, pólenes o ácaros, también se han documentado casos vinculados a insectos. Un ejemplo poco frecuente pero relevante, es la sensibilización a los saltamontes, como se expone en el siguiente caso clínico.