Enfermedades / Asma

Asma Extrínseco Estacional

POR DOCTOR JAVIER SUBIZA


Introducción al asma extrínseco estacional

También denominado asma polínico, es un tipo de asma (enfermedad pulmonar obstructiva reversible) producido por una reacción de hipersensibilidad de tipo inmediato a diferentes alergenos (antígenos que causan reacciones alérgicas), que se encuentran dentro de algunas especies de pólenes (Fig. 2), (Fig. 3), (Fig. 4), (Fig. 5), (Fig. 6), (Fig. 17) y (Fig. 22). Para que el paciente presente síntomas es necesario que las especies de pólenes a las cuales está sensibilizado, se encuentren en su medio ambiente (en la atmósfera) en suficiente concentración, lo cual sólo se produce durante la floración de las plantas que lo producen).

Asma extrinseco estacional

En España los pólenes inductores más importantes son los de las gramíneas (Fig. 2), siendo su época de polinización principalmente durante los meses de mayo y junio (Fig. 12). Otros pólenes sensibilizantes son los del olivo (Fig. 3) y la Parietaria judaica (Fig. 4) (aunque globalmente su importancia es menor comparada con las gramíneas). El asma extrínseco estacional corresponde en nuestro país al 41% del total de los asmas vistos en las consultas de alergia.


Manifestaciones Clínicas del asma extrínseco estacional

Suele afectar preferentemente a niños y jóvenes adultos, aunque puede afectar a cualquier edad. Los síntomas son estacionales produciéndose sólo durante la época de polinización de aquellos pólenes a los cuales está sensibilizado, permaneciendo asintomáticos el resto del año. Estos consisten en episodios recortados de disnea, sibilancias, opresión torácica y tos que ceden de forma espontánea o bien bajo la acción del tratamiento. Es frecuente que el paciente presente prurito naso-ocular así como otros síntomas de fiebre del heno, que en muchos casos preceden al asma en una o más estaciones. Durante este período los pacientes empeoran con las salidas al campo, siendo frecuentes (como en los demás tipos de asma) las exacerbaciones nocturnas.

Las tormentas de primavera-verano se asocian con días epidémicos de asma en estos pacientes, por el contrario la lluvia mantenida durante 2 o más días son beneficiosas (barrido de pólenes atmosféricos). Los alérgicos a las gramíneas llegan a estar asintomáticos en la playa (donde la incidencia de pólenes es baja).

Asma extrinseco estacional

Es común que tengan una historia personal y/o familiar de atopia (enfermedades alérgicas como dermatitis atópica, rinitis alérgica, etc.). Los hallazgos físicos no difieren de los de otros tipos de asma. Si tiene rinitis asociada presentará sus signos característicos. (Consultar Rinitis Alérgica Estacional en la opción Enfermedades).


Diagnóstico del asma extrínseco estacional

Una historia compatible junto con unas pruebas cutáneas positivas a pólenes aerovagantes en su lugar de residencia suele ser suficiente para obtener el diagnóstico. Mediante RAST o ELISA se puede detectar IgE sérica específica + contra los pólenes responsables. La IgE sérica total suele estar elevada. Es común una eosinofilia tanto en esputo como periférica. Si en el momento de la exploración el paciente está sintomático puede confirmarse el broncoespasmo mediante un test de broncodilatadores. La radiología de tórax es en general normal o bien puede presentar una hiperinsuflación.

Su carácter recidivante estacional permite fácilmente diferenciarlo de los demás tipos de asma y de la bronquitis aguda.

En casos dudosos puede confirmarse el diagnóstico mediante la realización de provocaciones inhalativas bronquiales con los antígenos (pólenes) incriminados (sólo por personal entrenado y con medios de reanimación disponibles).


Tratamiento contra el asma extrínseco estacional

Asma extrinseco estacional

El tratamiento sintomático se realizará sólo durante la época de polinización (consultar Asma Extrínseco Perenne y Rinitis Alérgica Estacional en la opción Enfermedades). La inmunoterapia específica es eficaz en la mayoría de estos pacientes.


Seguimiento del asma extrínseco estacional

Suele ser suficiente con un control anual. La inmunoterapia debe realizarse durante al menos cinco años seguidos; no obstante, si no se objetiva mejoría en los 2 primeros años ésta debe abandonarse o bien reevaluar la misma (incorrecta selección de alergenos, administración inadecuada; extractos sin potencia, dosis insuficientes, aparición de nuevas sensibilizaciones).


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