Os compartimos un caso muy curioso que vimos en nuestra consulta.
Un repartidor de jamones desarrolló tras años de trabajo, síntomas claros de rinitis y asma (estornudos, picor de ojos y garganta, dificultad respiratoria) cada vez que entraba en el almacén.

Tras estudiar el caso con pruebas cutáneas, microscopia y provocación bronquial, descubrimos que no era el jamón en sí el causante sino los ácaros del jamón (Tyrophagus putrescentiae), que proliferan en la superficie y grasa de las piezas.
El diagnóstico fue claro "asma ocupacional por ácaros del jamón". Además, el paciente presentaba también alergia a crustáceos, probablemente relacionada con reactividad cruzada a proteínas como la tropomiosina.
Este caso demuestra la importancia de:
- Considerar los alérgenos laborales en pacientes con síntomas respiratorios que mejoran en vacaciones.
- Realizar estudios completos (prick test, provocación bronquial, microscopía, FENO, etc.).
- Implementar medidas de prevención en el entorno laboral y, cuando es posible, inmunoterapia específica.
En Clínica Subiza seguimos investigando y documentando casos de asma ocupacional, para mejorar el diagnóstico y la prevención de estas enfermedades poco conocidas pero muy relevantes en la práctica diaria.
Puedes leer el caso clínico aquí: Asma en un transportista de jamones