En el último congreso de la Academia Europea de Alergia, celebrado en Estambul (junio 2011), el Dr. Richard Pumphrey, presentó un estudio sobre la eficacia del autoinyector de adrenalina Epipen (Altellus) en el Reino Unido. Le llamó la atención el hecho de que aunque en los últimos 20 años se habían prescrito más de 100.000 autoinyectores de adrenalina a pacientes con alergias alimentarias graves, por el contrario esta medida no había mejorado la tasa de mortalidad por anafilaxia, que se seguía manteniendo en alrededor de 5 por año.