Un estudio reciente publicado en la revista más importante de Alergología (JACI) ha dado a conocer la existencia de un pequeño filtro nasal llamado Rhinix, del tamaño de una lente de contacto, que colocado en la entrada de la nariz es capaz de atrapar los pólenes, reduciendo en un 45% los estornudos de los pacientes alérgicos al polen.